Mi punto de partida fue una pregunta sobre cómo los lugares donde he vivido han influido en mi forma de ver.

Volví a uno o dos lugares de Berlín que había filmado para Diminished Frame en 1970. Uno era el hito frente al castillo de Charlottenburg. En 1970, el hito se alzaba como una esfera sombría coronada por una estaca prusiana, filmada en blanco y negro; ahora lo veo como un globo dorado rodeado de hojas regeneradas con vistas a Fortuna. También encontré la estatua que había filmado en Brooklyn en 2002 en Leopoldplatz, Wedding.

Filmando en Berlín y Massachusetts: Las páginas que pasan de una versión infantil de la Odisea y el sitio de un monumento a la Guerra de Corea en mi ciudad natal, Weymouth, sugieren diferentes lados del mismo tema: Nostos* o regreso a casa. La visión de Grecia, despertada por primera vez en mi infancia, sigue siendo una fuente. A pesar de las diferentes historias, una cultura refleja a otra:

“¿Por qué he vuelto a filmar estos lugares, que abandoné hace tantos años?”

“Por la visión profunda que ofrecen ahora”.

Cada mañana, en Berlín, quito las cenizas del horno de cerámica de mi habitación antes de encender las brasas nuevas; cada vez que miro las nuevas llamas surge un pensamiento diferente. Parece que el fuego tiene un número infinito de cualidades.

R.B. Agosto de 2022