«Las composiciones de las películas, las ventanas de visión que encuadran las imágenes, nos conducen a un esplendor terrenal, pero como en la gran poesía, no conocemos el contexto. Más bien se diría que escapan a su contexto, siguiendo un camino sin asfaltar por el que se deambula, otorgando a las imágenes individuales de una gran autonomía [...] La pantalla no es una ventana abierta al mundo, sino una superficie de inscripción.»